sábado, 3 de octubre de 2009

Versiones (des) mejoradas

Hace unos años (4 para ser más exacta) conocí a un flaco que me presentó a sus amigos de la siguiente manera:
- "Ella es mi versión mejorada"

Esta frase no solo confirma que yo tengo una alta capacidad de encontrarme con papanatas y que encima osan mandarse frases indescifrables (¿eso puede considerarse un halago? ¿tan autorreferencial se puede ser?) sino que me habilita a desarrollar lo que sigue.

Voy a tomarme la licencia de ser increíblemente autorreferencial y contarles porqué a lo largo de mi existencia me costó siempre llevarme con otras mujeres. Me he encontrado con muchas que, por su carencia de personalidad, fagocitaron la mía.

No es que yo sea increible ni nada por el estilo (nada más lejos de ello) pero mi personalidad es fuerte y muy definida. Si te gusta bien y sino seguí de largo. Eso a lo largo de los años me jugó tanto a favor como en contra. Creo nunca haber cedido a los deseos e imposiciones de otros pero a la vez me perdí de muchas cosas porque a veces pienso que mi forma de ser asusta a ciertas personas, sobre todo a los hombres. Puedo no sé si ser, pero parecer decididamente complicada. En fin, como todos, tengo mi parte buena y mi parte mala.

Estas mujeres que fagocitan mi personalidad son decididamente hábiles: toman de ella los rasgos copados, atractivos incluso y desechan los indeseables. Son por ello mis versiones (des) mejoradas, porque me emulan pero no en un 100%, no me mejoran sino que me imitan de manera berreta. Y eso les genera de por sí mayores ventajas a ellas que a mi. Seres que han transitado por mi vida han preferido a mis versiones berretas y me dejaron por ellas, porque tenían una carencia de complejidad que yo si tengo. Claro está que esas personas no me querían bien y que está genial que no estén más en mi vida.

Pero mis versiones (des) mejoradas me enervan. MUCHO. Porque en vez de bancársela como lo hago yo, que sé mis limitaciones y errores y trato de cambiarlos, pero no siempre puedo; toman lo llamativo, la cáscara y desechan el resto. Y para peor tienen quienes compren eso. Y yo estuve años para formar mi personalidad. Laburé y mucho...

¿Por qué no se bancan lo auténtico? ¿Por qué no se aboca todo el mundo a desarrollar su personalidad? ¿Por qué no se van a cagar esas chupasangre? (JEJE!)

Es como me pasó la otra vez, que estaba armando una presentación y viendo las tipografías encontré una que se llamaba "Parry Hotter". No es que Harry Potter sea lo más, pero si te quedás con Parry, sos patético. Bienvenidos sean los que eligen a los originales.

Acá tienen una original para elegir. Y si se la bancan, no se van a arrepentir.

HE DICHO.

PD: Sigo sin Internet, cancelé el contrato con Claro...

3 comentarios:

  1. Ja! me sentí tan identificada con eso de las versiones baratas y desmejoradas de una misma.

    En algún momento me hizo sufrir, pensé que era yo la que estaba equivocada y que tenía que amoldarme más al otro, o no brillar en lo que hago por miedo a hacerle. Hasta pensé que muchas críticas en ese sentido eran constructivas, en vez de envidiosas y mala leche.

    Después de varios porrazos llegué a la misma conclusión que vos: si no soportan que la persona que tienen al lado brille y sea única, merecen quedarse con una absurda copia barata y opaca.

    Ahora, yo no culpo exclusivamente a los demás, sé que muchas veces elegí mal, y otras tuve mala suerte. Pero conocí hombres que valen la pena, así que no todo está perdido! Seguro que hay uno ideal para mi, será cuestión de encontrarlo (y que me encuentre) ;)

    Me encantó el post!

    Besos

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  2. Gracias Lady por tus palabras!!! Y ojalá tengamos suerte y encontremos a un buen compañero... por lo pronto habrá que seguir buscando (para encontrar je!)

    Beso!

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  3. Es así, cuando tenés mucha pero mucha personalidad, existe quién quiere colgarse de eso.

    Saludos!

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