sábado, 5 de septiembre de 2009

Conversaciones embolantes

Antes de meterme de lleno en este post debo avisar que soy una persona relativamente exigente con respecto a las conversaciones y sus contenidos. A mi el hablar por hablar no me resulta interesante. Menos que menos cualquier tópico. Si vamos a filosofar y discurrir libremente, o simplemente a contarnos cosas, que al menos sean relativamente importantes.

Y no por su relevancia. No es que yo quiero hablar solo de política, de economía o de cuestiones atinentes a mi carrera. Muchas veces esos temas me embolan por no encontrar interlocutores válidos. Por eso esos temas son exclusivos de ciertas personas, dificiles de encontrar por cierto.

Me gustaría entonces hablar de conversaciones embolantes. Temas que ni por asomo y en ninguna circunstancia pueden parecerme interesantes y/o relevantes. Y no es que tengan que ser grandes temas para ser así, simplemente hay cuestiones que no pueden movilizarme a emitir palabra, porque no me importan ni me importarán jamás.

A lo largo de mi existencia he tenido miles de conversaciones embolantes. Paso a contárselas de inmediato:

* Por el lapso de una hora, un flaco se dedicó a contarme de qué estaban compuestos todos los tragos existentes. Aclaro en este mismo momento que no se trataba de un barman. El mismo parecía no percatarse de mi falta de interés, ya que me la pasé respondiendo en monosílabos, mirando hacia otro lado. Pero no había forma: el tipo seguía insistiendo como loco en hablarme de esa soberana idiotez.

* Con eso voy a otro tema: odio las enumeraciones. La misma persona se dedicó también a hablarme por el lapso de una media hora de cuántos shows (y cuáles) había asistido en su vida. A esto respondo con algo simple: ¿a mí qué carajo me importa?

* Después están las pseudoconversaciones. Esas en las cuales te la pasás escuchando a alguien que no te pregunta nada o te pregunta y no espera tu respuesta y habla, y habla y habla. De sí mismo, claro. Hay dos personas (o más), todo pareciera indicar diálogo: se miran, se oyen, alguno habla en algún momento. Pero no se engañen: es un monólogo.

* Lo que sigue no es una acción considerada conversación per se, pero se da alguna clase de ella en este contexto. Se trata de la compra de cualquier objeto: una ropa, un disco, un piercing, una tarta, un postrecito, lo que venga.
Así es como llego a detestar a las personas que se disponen a estar en el lugar de compra viendo la misma pieza (y examinándola) por un lapso de más de 10 minutos -nótese que mi embole comienza desde pasados 5 minutos de dicha actividad, pero por cordialidad lo extiendo a 10-. Esa extensión temporal genera y nos obliga a establecer una conversación que me puede llevar al borde de la locura.

Conversación inútil 1: ¿Y qué te parece este jean? ¿No me aprieta mucho el culo? ¿No me veo como un jamón? ¿No me mentís no?...

CI 2: Ayy! Este piercing, ¿no lo tienen en color verde caca descompuesta de bebé? Y te miran y te preguntan: ¿no lo tienen? Uno debería contestar: NOOO BOLUDO/A!!!!! ¡Comprá algo y no me hables de esa nimiedad!

CI 3: ¿De brócoli o zapallito? Zapallito mejor... mmm no, ¿y la de jamón y queso?... Caprese, si, mejor esa. ¿Vos comiste de esta? A mi me da gases... pero la como igual... qué divertida la palabra gases, ¿no? (risa del charlatán de tema boludo)

* Esto me lleva a lo que sigue. Detesto los temas escatológicos. No me interesan, no me causan risa... deberían ser eliminados del planeta. No me importa cuál fue tu vómito más grande ni cuántos días estuviste constipado. No me interesa el tamaño del enema que te pusieron y menos que menos me importa el grosor del excremento en cuestión. Digas lo que digas o bien el tema me da asco o lisa y llanamente no me causa gracia.

* Otro tema de mierda son los hijos ajenos. No importa si tu hijo/a es un ser superior, si posee una inteligencia sobrenatural o si es el niño/a más lindo/a del mundo. Lisa y llanamente todas las pelotudeces que hagan tus hijos me parecen eso, una soberana boludez. Y por ende no me importan y no las quiero escuchar. No me gustan los niños, ¿para qué querría saber de ellos?

* Si viajaste, no me cuentes. Casi nunca sale nada interesante de ahí. ¿El hotel era lindo? Mirá que loco... ¿conociste una sierra, una montaña, una playa? WOOOOWWW... A menos que te haya pasado algo que acá o en cualquier lado no te ocurriría, como conocer a alguien o ver un suceso extraño, NO ME CUENTES. Y menos que menos me muestres las fotos. Eso me parece aún más embolante.

* Las historias de qué estabas haciendo cuando un gran acontecimiento histórico se estaba llevando a cabo no son temas que me puedan interesar ni aún dopadísima. Y esto por obvias razones. El contexto te supera y seguro vos estabas en alguna pelotudez que claramente no me importa.

* A menos que seas mi pareja, evitá hablarme de tus gustos en el sexo. Todo bien pero si te gusta de parado, en cuatro o en alguna pose extrañísima, pero no hace falta que me lo cuentes. Y no por cerrada ni nada, sino porque simplemente la vida sexual ajena me importa menos que lo que pueda estar haciendo en este momento Karina Jelinek. Así de simple.

Y a la gente le gusta tanto hablar de sí misma en el sexo... Y es aún peor cuando le conozco la pareja a esa gente, porque para peor o me los imagino (y casi nunca son agradables para imaginártelos) o por el solo hecho de conocerlos sé que tienen menos acción que un macetero.
Al único ser con quien hablo de estas cosas y le cuento mis gustos (pero porque son similares) es con mi amigo gay. Con el resto me embolo.

Y ustedes, ¿con qué temas de conversación se embolan?

11 comentarios:

  1. Hola mery
    con una amiga estuvimos leyendo practicamente todas tus entradas.
    tienen una prosa muy interesante, pero no puedo negar que el contenido tiene mucha rabia interna.
    luego de leer varias entradas, cansa un poco de tanto berrinche, despotricas contra todo el mundo, eso te hara feliz? eso te hara sentir interesante? te leo muy gritona, nada te viene bien. ya rompes la barrera de expresarte, solamente son quejas y quejas contra cualquier sistema.
    renovese! tal vez un poco de sexo te saque una sonrisa y dejes de quejarte! vamos mery, animese!

    ResponderEliminar
  2. Me embolan las conversaciones con un "sabelotodo" que con diferencia de 5 minutos te hablan de cómo se hace el dulce de leche, cuál es el sistema político de Noruega y por qué no funcionaría acá, y la vida de la langosta!

    ResponderEliminar
  3. lady no puedo parar de reirme con tu cual es el sistema politico de noruega... la langosta.... jejeje es cierto, cada aparato.

    lo que no me termina de cerrar es tanta queja contra todo, que si te hablan de sus hijos, que si te cuentan cierta historia..... vos pretendes escuchar lo que vos queres escuchar? no sera un berrinche tuyo entonces?
    pensalo!
    Anton-ella

    ResponderEliminar
  4. Una conversación sobre las novelas televisivas. Porque no miro novelas y no engancho con el tema.
    Coincido con los temas escatológicos, son un asco.
    Sobre los niños, también, pero como encuentro allí material para una vez mas mantener mi firme decision de no tener hijos las escucho igual.
    También depende mucho de quiénes estan hablando.

    ResponderEliminar
  5. que conversacion me embola?
    me embola y molesta MUCHISIMO cuando mi mujer me habla de los problemas de los demas, de los problemas de sus amigas, de los problemas de su cuñada y etc etc etc, y encima esquiva los problemas que tenemos dentro del mismo techo.
    eso me embola y molesta a pleno

    ResponderEliminar
  6. Odio hablar de temas académicos de la facu y esas cosas. Salvo excepciones de cosas interesantes, pero en gral me embolan pq considero q la gente le da mucha importancia.

    Y sobre todo ODIO CON TODA MI ALMA QUE ME HABLEN DE CELULARES, DE SU ASPECTO, DE SU COSTO, DE LO Q HACE. VAYANSE TODOS A LA CONCHA DE LA LORA, NO ME IMPORTA !!! Es propio de infradotado hablar más de 2 minutos de eso.

    Ah, tampoco de autos.

    Mery: menos mal q nunca te hables de nada de eso. jaja

    ResponderEliminar
  7. Anónimo: Muchas gracias por las críticas, las tendré en cuenta. De todos modos sepa que tengo un estilo y una fijeza mental que a veces me horrorizan jejeje Pero lo intentaré. Igual le digo una cosa: la cagó cuando se metió con mi vida sexual. Usted de eso no sabe nada y hasta es más, me parece un recurso vil y bajo. Ahí encontró mi límite. En fin, quería dejar eso claro.
    Lady: JAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!! Y yo que pensé que lo de los tragos era lo peor!
    Antonella (ahora tiene nombre! Bien jejeje): Quizá. Igual hay universales de embole... yo creo que esta gente los alcanza y supera ampliamente jejej
    Super: 100% de acuerdo. Depende de con quien hablás. A veces con cierta gente que es más interesante y hay más química personal admitís más pelotudeces y temas menos interesantes también. O justamente ese interlocutor es más lúcido y siempre encontrás temas en común.
    Menage: Tal cual!!! jejeje Y es tan común en las mujeres eso...
    Cani: JAJAJAJA! Gracias!!!
    El tema de quienes te hablan de asuntos académicos es que seguro recién empezaron la carrera. Yo que ya estoy terminando estoy tan saturada que el tema me embola sobremanera JEJEJEJE Se ve que ya sé que no voy a sorprenderme más!

    Y quiero aclarar: por favor, no me tomen literalmente. Si yo fuera así viviría sola y no tendría amigos. Por suerte soy más flexible. Ojo, hasta ahí jejejeje

    BESOS!!

    ResponderEliminar
  8. Me embolan los clichés. la gente que se cree interesante y no lo es. También me molesta que hablen de Tinelli o de la Canosa y de los gatos o de Valientes. Me molesta que hablen de chicos también, excepto que yo personalmente los quiera como familia, ahijados o algún niño de mi agrado. Me aburre la conversación de Doña Rosa. Y La gente que si estás mal o triste o con bronca lo asocia a solo dos posibles causas: Te está por "venir" o "te falta sexo". Realmente la gente que presenta este desorden reducido de sinapsis neuronal me parece básica y no la puedo tener como interlocutora! Sepanlo: las causas pueden ser múltiples y complejas.

    ResponderEliminar
  9. Me embolo tan fácil Mery, que no se por donde empezar...

    ResponderEliminar
  10. como dijo Lady, las "conversaciones" con un sabelotodo son las peores. En estos casos solo queda una alternativa: boludear sobre manera (?) al ñato este, de tal forma que el no se de cuenta que por creer saber mas que todos, no es mas que un pobre infeliz sin vida, que si lo dejas solo en Valentin ALsina se pone a llorar y llama a su mama, y que en la vida real no es mas que un FRACASADO

    ResponderEliminar
  11. Carla: Genial tu comentario, no voy a agregar nada más, estoy totalmente de acuerdo!!!
    Soli: Bienvenida al club!!! jejej Para peor ellos nos fomentan el embole :(
    Nano: Antes que nada, bienvenido!!! Y por otro lado: quisiera presenciar ese verdugueo jejeje Y no paro hasta que llore eh? jajajaja Es más, te llevo a alguien para que lo hagas!!! jaja Soy mala, lo sé!
    Beso

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...