viernes, 30 de abril de 2010

Reflexiones

Antes que nada quiero aclararles que yo no trabajo para Julieta Venegas ni para la disquera que distribuye sus discos (que no sé cuál es, aparte). Pero estuve escuchando mucho su último cd y todos los temas me dejan pensando en algo.

A eso sumemos que retomé la terapia, con lo cual analizar hasta lo mínimo es una tarea que inevitablemente llevaré a cabo de ahora en adelante...

Sin embargo hoy me propongo analizar algo con ustedes. Y la idea es expresarles lo que estuve reflexionando y que me digan qué opinan, como para poder sacar de esto algo interesante y quizás útil.

Hoy me quedé pensando en el significado de la frase "qué maravilla es el desencanto, si hace que todo se vea mejor imaginado".

Y tiene varias interpretaciones:

1) Es triste. Es decepcionante. Es como si estuviera desganada de la vida, pensando que ya nada es posible; y a la vez

2) Es esperanzador y muy propio de los humanos. Porque pienso que el mundo es para nosotros lo que construimos de él, el sentido que le damos. Los sueños son tan válidos como los supuestos hechos objetivos, las "realidades". Y aún más, tanto los sueños como esas "realidades" son creaciones nuestras.
Uno puede elegir pensar las cosas de dos maneras (en un primer momento, luego puede diversificarse): todo está mal, nunca la "realidad" va a estar de mi lado, siento dolor. Y por el otro puedo decir: "ok, esto no me funciona hoy. Pero puedo al menos en mi mente crear un mundo en el cual todo es posible y no duela tanto". No es negar esa "realidad", es resignificarla, es hacer que no duela tanto.
¿Qué es mejor? ¿Pensar que nunca nos va a funcionar nada, que el amor no existe, que está vedado para algunos de nosotros? ¿O por el contrario decir: "esto no funciona, pero no niego que tengo la esperanza de que en el futuro sea distinto, o al menos me hace más feliz imaginarlo así"?
¿Acaso la supuesta actitud "realista" es mejor que la "imaginada"? Ambas son imaginadas, solo que una perspectiva es más depresiva que la otra.
No obstante ello los humanos oscilamos entre una y otra. Por momentos idealizamos y en otras ocasiones sentimos el dolor de lo perdido o de lo que no pudo ser.

A lo que voy -y es una reflexión que necesito recordarme a mi- es a que no debemos olvidar nuestra capacidad creadora. No debemos dejar pasar la oportunidad que tenemos de o hacernos sentir muy mal o por el contrario vivir un poco más felices.

Y entender que a veces se gana y a veces se pierde. Pero que es mejor intentar que bajar los brazos. Es preferible sentir que se puede todo a negarse la posibilidad de ser feliz. Que está siempre, aunque a veces sea imposible verla...

3 comentarios:

  1. los bueno de palabras como desencanto, insatisfacción o incomodidad es que te pueden llevar a superarte, a moverte, a no dejarte estar.

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  2. Creo que en el párrafo final está la respuesta a esos pensamientos paliativos del dolor, que solo responden a una necesidad tan humana de buscar algo de satisfacción en medio de la tormenta.

    El quid de la cuestión es seguir intentándolo, aunque te caigas 100 veces, pero la vez 101 ya vas a tener más aprendizaje que en la primera. Además, hay algo que nos proteja frente al amor? (porque en definitiva de eso se trata tu pregunta, no?).

    Cuando vale el intento (y distinguirlo es parte del aprendizaje), creo que vale la pena saltar sin red.

    Me encantó tu post! Me gusta esa actitud reflexiva!

    Besos

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  3. Mejor intentar que bajar los brazos... buena frase!

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